En la penumbra
Era una tarde de invierno, de
esas tardes espantosas y frías, iba andando con los libros bajo el brazo. Estaba
yo solo en la calle , no había nadie más , caminaba tranquilo pensando solo en llegar a casa y estrenar el juego que me había
regalado mi padre por mi cumpleaños , de repente escuché un ruido , era una voz,
una voz espantosa que me estaba llamando.
Alguien me estaba siguiendo y mi casa estaba a escasos metros , empecé a correr
todo lo rápido que pude , estaba tan nervioso que al llegar a la puerta de casa
no era capaz de abrirla , me temblaban las manos y no conseguí meter la llave
en la cerradura , de repente una mano se posó sobre mi hombro me giré asustado
y vi el rostro de mi abuelo sonriendo , no me lo podía creer, mi abuelo había muerto
hace dos años.
Marcos Garea Hervés 1ºB Nº10
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