Mi historia comienza con la finalización de las
clases, el verano se encontraba a la vuelta de la esquina y por fin me libraría
de los exámenes y el colegio.
El día siguiente a la entrega de las notas me
fui para Corme, allí mis amigos me esperaban y entre ellos se encontraba la
chica que me había vuelto loco durante todo el curso, tenía las intenciones
claras, ¡De este verano no pasaba!
El día 16 de julio después de que planeara
todo, decidí echarle valor y decir todo lo que sentía por ella, por la noche
llego el momento, ambos nos encontrábamos solos dando un paseo a lo largo del muelle,
le dije que nos fuéramos a sentar en un banco, tras una conversación un tanto
incomoda ya que los dos sabíamos de que trataba todo esto, se lo dije, por fin descargue
todo eso que nunca había sido capaz de decirle. Ella me miró y dije que también
sentía lo mismo. ¡Era la persona más feliz del mundo!
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